PrimeCallahan dijo...
La partitura de Robin Carolan es quizas uno de los ejemplos de los ultimos años, de musica de terror brillantemente construida y de las que practicamente, obliga a no-adepto a la musica de terror a meterse en la obra con todos sus sentidos. Huelo que el sector habitual no vaya a poner de su parte a la hora de valorar, quizas, una de las partituras del año (y escasamente editada una semana antes de que saliese la partitura de Christopher Young para el film original)
Pareciéndome como me parece (la he escuchado dos veces de principio a fin, absolutamente perplejo), una de las mejores creaciones de los últimos años, y la consagración definitiva de su autor, tengo que discrepar en lo que respecta a su dureza.
Precisamente, una de las razones de mi perplejidad es que a mi juicio estamos ante una de las partituras de género más accesibles que recuerdo en mucho, mucho, mucho tiempo. Que en una obra musical sobre Nosferatu Carolan renuncie no ya a la electrónica, sino a la atonalidad (esto es, en las antípodas de Wallfisch o Goldenthal, o sin ir más lejos de su anterior colaboración con Eggers) y que por el contrario se centre en el desarrollo armónico y tonal, en 2024, en Hollywood, en el contexto de una película de terror, es no ya una rara avis, sino un milagro.
Pero es que va más allá de eso: renunciando a muchas de los habitos actuales respecto a la mezcla y masterización de sonido presentes en la música de cine actual (manipulación electrónica de la orquesta, amplificación de la sección de graves, reverb desmedido), se transparenta la cuidada orquestación e instrumentación ( la cual no es compleja, pero si de una precisión y pulcritud absolutas), la férrea estructura, así como su impecable desarrollo temático.
Excepcional trabajo, que si está empleada como debe en el film ( cosa que estando Eggers al frente, no me preocupa), debería conseguir una nominación al Oscar.