La frivolidad, claridad expositiva y falta de pretensiones de The Rocky Horror... es el contrapunto perfecto para la avalancha de recursos cinematográficos, puestos al servicio de una soberbia banda sonora, de la multirreferencial y trágica obra maestra de De Palma: dos musicales de los 70 que, a pesar de tener conceptos prácticamente contrapuestos a la hora de presentar el romanticismo y los estragos del amor, comparten similar epidermis![]()