Nada, nada... mi cuerpo no puede pasar una noche sin dormir en una buena camita, na de asientos abatible, ni sacos, ni mariconadas.
Y Wein tiene razón... tenemos el Port Olímpic, donde comeriais unas mariscadas de cojones, y bien fresquitas.
Ahora que lo pienso, ¿porque no vamos a comer en una marisqueria?