A mi no me cuesta demasiado hacer un brindis por el poder de Grayskull cuando el tema etílico libera todo mi friky-ser.

Dicho esto, es curiosa la historia de esta franquicia. Como ya sabéis, Lucas se hizo con los derechos de las licencias de merchandising de Star Wars. En 1976 el CEO de Mattel declinó un acuerdo con Lucasfilm para la comercialización de figuras basadas en SW (en el fondo tampoco era algo extraño: la película no estaba ni estrenada y en aquel momento esto de las figuras era minoritario). El resto ya lo conocemos: Kenner obtuvo las licencias y en 1977 las figuras y merchandising de SW nació ya como fenómeno. A raíz de ello Mattel empezó a buscar su propio universo de fantasía para poder crear sus figuras de acción y emular ese éxito.

En el camino de la creación de He-Man, Mattel se vió en un conflicto legal con la compañía que tenía los derechos de Conan. Parecer ser que estos llegaron a un acuerdo con Mattel para la producción de figuras de acción de Conan de cara a la película de 1982. En ese tiempo Mattel recibió material oficial para los diseños. Parece ser que se rompieron las negociaciones pero cuando apareció He-Man en 1982, la compañía de Conan denunció a Mattel por las similitudes de He-man con Conan. Mattel ganó el juicio y el resto es historia.

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