Hale, asunto pluricultural y tolerante, pa que no se me chine nadie y me llame fascio (al menos, no sin razón)
En uno de esos extraños arrebatos pensantes que me dan a veces, me he quedado realmente escalofriado por una cosa: el tiempo que dedicamos a dormir.
Una persona que, como yo, tenga que dormir las 8 horas diarias de rigor para no estar como un zombi todo el día, se pasa el 33% del tiempo sobando. Esto quiere decir que duerme 10 días al mes, o lo que es lo mismo, más de 120 días al año. Si lo extrapolamos a una vida, significa que quien viva 75 años se habrá pasado 25 durmiendo.
![]()
Ayer me llegó la revelación, en un destello de lucidez inducido por el sopor de la ingesta de una fabada descomunal. Ni que decir tiene que me levanté de inmediato y me puse a hacer cosas (intrascendentes, en su mayoría), pero al menos no contribuyo a semejantes números.
Quizá el post me haya quedado un poco coñón, pero la inquietud que os quiero transmitir es seria: ¡25 años durmiendo! ¿Cómo se puede sostener eso? ¿En qué pensaba la naturaleza? Pensándolo en frío... ¿no os parece escalofriante?