Yo no soy un fan de esta película. Me gusta, pero no me vuelve loco. Creo que tampoco es un gran adaptación precisamente, porque va hasta el esqueleto de la novela de Eco -que es infinitamente más densa y compleja- y deja de la misma únicamente la parte detectivesca. Tampoco me resulta extraño que no fuese premiada en su época, porque aunque en Europa fue un gran éxito en USA fue un fracaso mayúsculo. Connery estaba muy bien, efectivamente, y a él creo que se debe gran parte del mérito que tiene el que la película funcione.

En cuanto a la fotografía, hace unos meses escribí esto en el post arriba pinchado ante una pregunta de tiolisto:

La foto de El nombre de la rosa está bastante bien. No es el mejor trabajo de [Tonino] Delli Colli, que probablemente sea Hasta que llegó su hora, pero destacan gran parte de los interiores rodados con linternas y luces fuera de pantalla para simular la luz proveniente de los faroles y sobre todo la atmósfera que consiguió mediante esos claro-oscuros (luces muy intensas en una parte del encuadre combinadas con zonas de oscuridad), que llega a ser realmente opresiva por momentos. La escena del incendio estaba muy bien y probablemente sea lo mejor.

La foto de exteriores nocturnos está también bastante bien, pese a que hay bastante sobreiluminación en determinados momentos. Quizá lo que menos me gusten sean los exteriores día, que aunque sean pocos me parece que tienen poco contraste. A ello tampoco ayuda, por supuesto, ni el mal clima ni el humo/niebla artificial que se usó. Muy pasados de moda están los zooms, que aunque me parece que eran menos que en Érase una vez en América, bien podrían haberse sustituido por travellings.

Es la única peli de Annaud desde el 81 que es 1.85:1 [el Sargento me recordó posteriormente que El Amante (1992) también lo era], si no me equivoco. A Delli Colli no le gustaban las lentes anamórficas para hacer películas 2.39:1 y probablemente quiso sacar así un mayor partido de la forma vertical de la abadía diseñada por Dante Ferreti.
Yo no la encuentro ni mucho menos un trabajo de aficionado, o de película barata, sino que su aspecto visual es consecuencia directa de la época en que fue rodada y de los medios con los que contó. También influye por supuesto el hecho de que Delli Colli fuera ya en aquella época muy veterano, por lo que era menos permeable ante las nuevas tendencias de luz suave y rebotada. O en otras palabras, él buscaba un efecto a lo Caravaggio -ciarioscuro- en la época en que estaba de moda Rembrandt, pero ello n o le hace menos profesional.

Basta comparar la fotografía de Érase una vez en América con la de El Padrino para darse cuenta de su distinta tendencia en cuanto a la cantidad de luz a emplear en un rodaje.

Saludos.