No quisiera acabar sin mencionar la importancia de la música de Dario Marianelli dentro de las historias que envuelve, definiendo anímicamente, casi uno diría que emocionalmente, al espectador, marcando el ritmo de las secuencias, e incluso - y esto es lo que yo considero más importante, condicionado el montaje y su ritmo.
Esto será cada vez más acusado en su obra posterior, con la música condicionando la veracidad o no de los hechos que se presentan (Atonement) o incluso que la música sea el factor que cree el montaje y el ritmo entero se supedite al ella ("Anna Karenina"). Fascinante la relación de Wright con la música, y la importancia que le concede.
Durante la película, la propia Lizzie toca el tema principal al pianoforte, en varios momentos las criadas tararean "The Secret Life of Daydreams" mientras hacen sus labores, y luego están aquellas secuencias que parecen rodadas y montadas al ritmo de la partitura del italiano, dejando que sea esta quién narre literaria y emocionalmente . Algunos de los momentos más significativos: