La verdad es que me quedo a cuadros leyendo ciertas cosas. ¿Que el novio no tiene voz ni voto? Vaya, y yo pensando que se casaban dos personas, y no solo la novia vestida con el traje más hortera que encuentre en la tienda.
Por mí, no me casaría siquiera. Pero como a mi novia sí que le hace ilusión hacer una celebración un poco chachi pues pasaré por el aro... relativamente. La iglesia no la piso ni jarto, le parezca mal a mi familia, a mi madre o a María santísima. Y me saltaría la mitad del protocolo cutre de las mierdibodas actuales. Ni hablar de dejarme un pastón en un traje (hortera, cómo no) que llevaré unas pocas horas, pagarle a un cura, al fotógrafo y demás sanguijuelas que te sablean la cartera.
Nuestra boda será completamente pactada, un término medio entre lo que a ella le gustaría y lo que yo no estoy dispuesto a tragar. Y sinceramente, pienso que los demás deberíais hacer lo mismo: que sea como decidais entre vosotros, y el resto de la familia a callar, que ellos cuando se casaron seguro que no os pidieron opinión.