Eddie Murphy es un showman, que es lo que de verdad necesita la gala. Dinámica, chistes rápidos y facilidad para arrancar el tedio de los espectadores, además de capitanearla un tío con seguridad y carisma. Peese a sus horas bajas como actor, Murphy lo tiene.
Sinceramente, y ya obviando al magnífico Billy Cristal, no sé cómo no se les ocurrió antes.