Yo creo que el "problema" concreto de ser presentador de la Ceremonia de los Oscar es que debes reunir varias condiciones, pero suministrarlas en dosis justas: verborrea, chispa, gracia, talento para bailar o gracia al hacerlo, una dosis de mala leche y agilidad o rapidez de reacción ante posibles eventos que sucedan imprevistos, todo bien mezclado y con un poquito de hielo.
En otras ceremonias, se permite ciertos "pasones" o licencias, que en el contexto (más relajado, colegueo, drinkin´...) queda de put- madre, como son los Globos de Oro. De hecho, los Gervais, Tina y cía, han echo su agosto allí. Aquí, y es un hecho, hay reglas no escritas que limitan aquello.
Veo dos problemas, y termino, en todo esto:
1. Muy pocos reúnen aquellas condiciones.
2. Menos aún, que sepan escribir sus propios "speechs", cuidando las reglas no escritas.
Como reflexión o deducción final, cabe señalar que el término medio (que se dice es la mejor de las soluciones) en este caso, puede caer en lo plano, y es un error en el que se cae con bastante facilidad y asiduidad, dicho sea de paso.