Lo de las listas es muy relativo (quién vota, cuándo se vota, etc, cuántos votan y cuántas veces...) y poco significante, en mi caso. Desde luego que no entiendo la posición de American beauty,cuyas virtudes comparto con vosotros, pero tampoco las de Forrest Gump, Kramer vs Kramer o Qué verde era mi valle, tres obras maestras, tres peliculas diferentes, o dos peliculones como Paseando a Miss Daisy o Los mejores años de nuestra vida.
Habiéndolas visto casi todas, seguramente las que creo yo, no hubiesen merecido ese premio gordo son: La vuelta al mundo en 80 días o El mayor espectáculo (que me encanta, dicho sea de paso), en los años en que debían haber ganado Gigante y El hombre tranquilo, respectivamente.
Tampoco Gigi es el mejor musical, pero La gata sobre el tejado de zinc era demasiado polémica y menos "llamativa" como para premiarla. Por la misma razón de evitar debates, se premia a Un hombre para la eternidad en vez de otra obra maestra que diera que hablar, como Quién teme a Virginia Wolf?.
En fin, el eterno debate de premiar lo mejor o lo más "adecuado".
Siempre he pensado, desde que la vi, que American beauty rompía muchas reglas. Era muy innovadora, justo al final del siglo XX y parecía presagiar una nueva manera de hacer cine, con toques clásicos pero ya digo, muyen su argumento, que hacía tambalear los cimientos del puritanismo y la tradición. Era una caricatura extraordinaria y sutil, que llegaba al más profundo drama, de manera vertiginosa, con una pareja protagonista en la cúspide de sus vidas como actores. Ninguno de los dos, y mira que son buenos, han logrado estar mejor que allí. Desde esa película es que tengo a Sam Mendes, a pesar de que pueda cometer algún resbalón, entre mis directores preferidos, como con esa otra maravilla que es Revolutionary road (con otra pareja que quita el sentío).
La paradoja, y termino, es que después no se ha seguido casi nada en esa linea. Las rompedoras, o son muy indies o vienen de la conchinchina, pero una de estudio importante, con actores reconocidos, que se arriesgue tanto, con los dedos de una mano, y sobran.