Yo creo que, incluso antes, debían haber premiado otras películas de Fincher, y sobre todo, esa fantástica Zodiac, que tantos palos se llevó en su momento y que se ha convertido prácticamente en un film de culto, con el boca oreja posterior.
Estoy de acuerdo contigo, sobre todo en La red social. En mi opinión Benjamin era demasiado perfecta y tal vez, demasiado larga, y quizá le faltaba ese puntito de corazón que gusta tanto a la Academia. Era muy bonita, pero tal vez en momentos, demasiado fría.
La red social sí me pareció un ejercicio de precisión absoluto. Cabeza, pero también corazón, porque quedaba muy bien reflejados los sentimientos sobre todo del antes y el después del protagonista con su socio (fantástica relación y desarrollo de la misma con el que posteriormente encarnaría a Spiderman) y el resto del mundo, en general. Ese año sí le hubiera dado el Oscar a mejor dirección.
Yo también hablaba de la partición película-dirección en el post anterior. Creo que el exceso (de metraje) y el algo escaso elemento sentimental de BB le hizo perder frente a la fresca propuesta de Boyle. Slumdog es una suerte de fuegos artificiales, muy bien lanzados, que sorprenden, que agradan y que se dejan ver perfectamente.
También tenía esa historia de amor, a lo Romeo y Julieta, que tanto del gusto de la Academia podía resultar. Y el elemento exótico también era un plus, con niños no actores que actuaban y sobresalían.
En Hooper la cosa cambia. Creo que su premio es un regalo producto de unas actuaciones muy sobresalientes y un muy buen guión. La sobriedad de la historia, del relato de la misma, mejor dicho va perfectamente a ese tipo de dirección de Tom. Digamos que no molestaba o no se notaba, pero tampoco añadía nada demasiado resaltable. Eso si, la música de Desplat era fantástica. Como digo, el premio de La red social a mejor dirección tenía más sentido, en mi opinión, este año.
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POr cierto, ayer hablaba de la buena acogida de Birdman en NY. Clayton Davis le pone un 4 sobre 4. Su crítica no tiene desperdicio. Desde la fantástica dirección, que hacen de ella uno de los films más entretenidos de los últimos años y una celebración del cine, con la película tal vez más accesible de su filmografía, que hace que disfrutemos y sintamos el teatro y las bambalinas, pasando por unas interpretaciones de todo el elenco realmente encomiables.
Un Michael Keaton, mejor aprovechado que nunca, en su vertiente cómica pero también dramática (como comentaba hace algunos días), en el mejor papel de su carrera, o un Norton mejor que nunca, transmitiendo incluso más cuando no habla que con la mera palabra, o Stone o Ryan o Watts...Fantástico elenco.
Y una factura técnica sobresaliente, con un Lubezki, en la dirección fotográfica elevado a los altares de la excelencia. Gracias a él vivimos cada escena, e incluso, cada pensamiento de todo bicho viviente que apreciamos en pantalla. La música de Antonio Sanchez o el montaje, fantástico por "invisible", de Douglas Prise y Stephen Mirrione, hacen de esta propuesta una obra maestra, una historia humana, con elementos de comedia, de thriller y de misterio.
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