Yo no veo mal a priori que se tienda a repartir. Hay años que una película destaca notablemenste, pero hay otros que hay más calidad media y no veo mal que haya mayor reparto. Así también se puede evitar un posible efecto llamada de una película grande que termina ganando todo.
Es verdad que el aumento de candidaturas puede provoca que sí de diluya la importancia de las mismas. Lo que sí parece ya probado es que la discrepancia en el número de candidaturas a mejor película y mejor director está provocando efectos, digamos extraños (también apreciados en la menor influencia que por fechas, está tendiendo desde hace unos años las nominaciones del DGA, hasta hace poco, verdadera gúia y antecerodsa de casi todas las nominaciones a mejor director), y la tendencia a separar ambos premios.
El no separar el premio de mejor película al de mejor director, podría ser una solución, pero no séyo si serviría para arreglar injusticias, por ejemplo en el caso de Haggis, la injusticia la veo hacía la película de Ang Lee, que ganó casi la totalidad de premios de ese año en película y director y luego se quedó sin el Oscar a mejor película. Lo dicho, creo que la diferencia en el número de nominaciones va a provocar (más bien ya está provocando) mayor mumero de ganadores diferentes entre película y director.
Además creo que esta tendencia se está usando para premiar la labor de dirección más arriegada, frente al premio a la película más de consenso (Ang Lee (Vida de Pi ) vs. Argo y Cuarón (Gravity vs. 12 años de esclavitud)). Por esta razón, pienso que si esto sigue así, Iñárritu ganará como director por su tour de force en Birdman y Boyhood será elegida mejor película. Y Anderson que se lleve el premio a mejor guión por emular el mundo de Stefan Zweig.
Saludos




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