Desde luego, el panorama ha quedado de lo más interesante.
He leido por algún lado que Birdman es una película a la que se admira, pero no a la que se ama (por esa oscuridad de la trama y los personajes), y lo contrario con Boyhood.
Imagino que va en la linea disyuntiva que hemos visto otras veces: votar con el cerebro o con el corazón.