A todo esto, a mí lo que me gustaría es algún año cambiasen el día y la ceremonia se celebrase la madrugada del sábado al domingo. Si fuesen un poco hábiles y no se mirasen tanto al ombligo, se darían cuenta que este cambio les daría más beneficios económicos y más audiencia a la hora de vender derechos de emisión a televisiones europeas, y toda la ceremonia tendría una mayor repercusión mediática fuera de EEUU. Vamos, más o menos como pasa con la final de la Super Bowl.

Y luego nosotros jugando partidos de liga intrascendentes a horarios absurdos para que los vean los chinos...