Lees los tweets que publican en el artículo, y es más que evidente que ni uno solo de esos tweeteros estan interesados en el cine como arte. Como mucho, en el cine como plataforma reivindicativa. Y eso, dando muchísima cancha a sus procesos mentales.

En dos años no se acuerda ni el tato. Ni del Oscar que no ganó, ni en 5 años del propio nominado. Ahora, a ver quién podría hablar así de Hopkins.