Cuando se alquila un DVD se paga por ello. Y aunque no se hiciese no deja de ser la pescadilla famosa. Uno de los argumentos de por qué le cuestan al propietario del videoclub unos 60 euros una copia de alquiler es que se pagan más derechos de autor, así que cuando se alquila una película, aunque sea para copiarla (a no ser que el que lo haga se dedique a "realquilar" su copia y por tanto obtener beneficio económico DIRECTO, no de lucro cesante) se está contribuyendo con quien se tiene que contribuir.