Por supuesto, es lógico que tras una larga filmografía encontremos a directores con mejores o peores trabajos. El problema que veo es cuando éstos deciden, en parte, estar "atados" a su propio estilo, lo que hace que una vez explorado aquello que les interesaba, se vuelven imitaciones descafeinadas de sí mismos.
Luego tenemos a gente como Verhoeven o George Miller que parece que se les haya tragado la tierra y vuelven con energías renovadas.