Windows RT: básicamente navegar por Internet, ver vídeos y escuchar música, editar documentos usando Word, Excel y PowerPoint, manejar notas con OneNote, e instalar aplicaciones desde la Windows Store (y únicamente desde ella, salvo si son dispositivos para usar en empresa). Teniendo claro, siempre, que no podremos instalar aplicaciones no-Modern UI, ni hacer uso de características avanzadas. El precio de estos dispositivos será menor.
Windows 8: todo lo que podemos hacer en Windows RT, además de la instalación de aplicaciones anteriores (que funcionarán en el escritorio clásico). En la edición Pro, por su parte, podremos hacer uso de características que “no son para todos los públicos” como BitLocker, la gestión de políticas de grupo, la posibilidad de hacer boot desde un archivo VHD, Hyper-V o lo relativo a dominios. Además, Windows Media Center, al parecer, únicamente estará disponible para Windows 8 Pro (y como una descarga independiente).