La estética de los 70 se caracterizaron por un estilo realista y sombrío, incluso documental en algunos casos. Una de la palabras más acertadas para referirnos a este estilo sería la inmediatez espacio-temporal. La fotografía de Un hombre soltero es a veces granulada y con muchos contrastes, sin llegar a los claroscuros típicos de los 70. Por eso digo que aunque se ambiente en los 60 sí recuerda al estilo abordado por otros directores de fotografía como el Janusz Kaminski de Munich, el Salvatore Totino de Frost contra Nixon o el Harry Savides de Milk.
Un caso realmente llamativo lo encontramos en Daniel Pearl, el director de fotografía de La matanza de Texas. En el remake de este último realizó idéntica labor (también se ambientaba en los 70) y su textura industrial poco tiene que ver con el trabajo áspero y realista del original. Pearl también se encargó de la "limpia" fotografía del remake de Viernes 13, corroborando que no le interesaba recrear su seminal estilo en la actualidad.