Pues, cuestiones ideológicas e históricas al margen, es un film con notables elementos innovadores desde un punto de vista estético. Por ejemplo, se ilustra la ceguera ante el conflicto que se avecina (la Guerra Civil) poniendo unas vendas en los ojos a la gente (un detalle digno del surrealismo), o se filma el interior de una checa desde una cuarta pared inexistente mediante un travelín ascendente que nos va mostrando el contenido de diversos pisos, todo un alarde escenográfico.