Por acartonadas me refería a César y Cleopatra, Pigmalión (la versión con Leslie Howard, que además trasladaba la acción a los años 30) y Androcles. Además, en ambas versiones cinematográficas se acaba por alterar el final original de la obra de teatro (y el carácter que Shaw le quería dar: no te crees que una chica se acabe yendo con el Jígins -por más que lo interprete Rex Harrison
- después de lo mal que la ha tratado y teniendo en cuenta que el tío es un narcisista y un ególatra de cuidado al que todo se la sopla excepto él mismo y además, un ridículo). Pero bueno, no te ha gustado, pues no te ha gustado.
Vacaciones en Roma no deja de ser la típica historia en plan La dama y el vagabundo chica-bien-se-enamora-de-chico-de-la-calle-y-viven-un-breve-idilio; pero Audrey está encantadora, Gregory, guapísimo
y la ciudad de Roma pocas veces ha sido más evocadora y a la vez, real.