Fíjate en que quitando a Mary, a Van Helsing y a Simon, todos los personajes de Drácula 2001 son bastante antipáticos, y están movidos por intereses bastante bajos (lujuria en el caso de Lucy, vanidad en el caso de la periodista, codicia en el caso de Selina...). Y en cierto modo el vampiro es el reflejo de todo lo que ellos desean, y que a través del vampirismo/capitalismo, pueden adquirir. En un momento dado, Drácula viene a decir algo así como que Dios ha creado a los hombres, pero que éstos le adoran a él porque él les da todo lo que Dios les ha prohibido. Y el simbolismo de la plata en la película es muy revelador. Bien pensado, estamos ante otra película muy adecuada para ver en las fechas que corren:
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