No sé cómo me he olvidado de las dos películas que mencionas, Roy! Otros dos ejemplos perfectos de que con poco presupuesto se pueden hacer grandes cosas.
Primer no sólo es compleja, sino que además, a partir de su segunda mitad, termina siendo víctima de su propia trama y resulta imposible seguirla
En cuanto a propuestas como Kárate a muerte en Torremolinos, no las valoro tanto. Ahí se nota que la falta de presupuesto ha sido una escusa para rodar una chorrada sin calidad, algo que cualquiera podría hacer. El mérito, a mi modo de ver, está en lograr hacer algo BUENO con dos duros.