Como bien dice el maestro, cuando una película nos gusta tanto, tanto que forma parte de nosotros, es que le ponemos una nota propia y única al film, que nos une a él, y que hace que, por ejemplo, otra persona pueda no llegar a tener esa conexión íntima que tenemos nosotros.
Creamos dentro de nosotros una película, a partir de esa pelicula que está al alcance de cualquiera. Pero pasa con otras artes, y también en el amor ¿Cuántas veces estás hablando con alguien en la calle, y pasa alguien al lado tuya, y tú te quedas ensimismado mirando, mientras que tu interlocutor se queda impasible?
Consejo: olvidad esta última frase