Un tranvía llamado deseo. Me aburrió la primera vez que la vi. Luego la vi en teatro gracias a que una amiga interpretaba en ella a Blanche, y como me gustó, volví a ver la peli y me encantó. Por supuesto, estoy hablando de la de Kazan, no de la versión nueva que hicieron en los años 90 que ni siquiera me he molestado en ver.