Como ya se ha dicho anteriormente, Piratas y Master and Commander no son comparables. La saga de piratas es puro cine palomitero, de acción, efectos especiales: entretenimiento puro y duro... puede gustar más o menos (yo ya dije que a mi esta tercera entrega me ha reconciliado con la saga) pero no se le puede negar que da lo que promete (aunque sin Johnny Depp se hubiese quedado en nada, él y su personaje de Sparrow son el verdadero alma de estas películas).
La de Weir es una película mucho más clásica, de ritmo más pausado (lo que hace que resulte aburrida para mucha gente, no es mi caso). Un film de diálogos, de miradas, en el que detrás de las batallas y de la aventura (que también están ahí y son disfrutables), subyacen muchas otras cosas, como por ejemplo la bellísima amistad entre el capitán y el médico del barco, que les permite superar las inevitables discrepancias que surgen entre los dos (uno tiene que cumplir una misión y no puede perder ni un solo segundo, el otro tiene un interés mucho más centrado en la investigación y necesita tiempo para ello).
Son dos tipos de cine muy diferente, pero se puede disfrutar de ambos (de hecho tanto con la película de Weir como sobre todo con la primera de la saga de Piratas salí encantado del cine).
Un saludo.