Realmente no es para mí el cine de este director griego, tan tendente a lo grotesco y a lo barroco simplemente por convicción personal. Y sin embargo, la película me ha gustado. A pesar de que en su primera parte creo que se enreda y regodea demasiado en la mera plasmación de su excentricidad (visual, argumental), a partir de que existe un cierto arco del personaje y algo a lo que asirse emocionalmente creo que la película se vuelve más interesante, especialmente en el tramo final en el que adquiere más relevancia el personaje de Willem Dafoe. Sospecho incluso que me gustará algo más con el tiempo que justo después de haberla visto.