Eso es que es un gato que fue separado de su madre antes de que le enseñara la diferencia entre jugar y pelear, y que ha tenido una "infancia problemática". Difícil solución tiene.


Mi gato era así, y con el tiempo dejó de ser agresivo. Pero claro, hay que aceptarlo, saber trabajarlo y tener paciencia, y si le coges miedo, ya no es plan. Consulta con el veterinario y, si no veis una solución no traumática, que te aconseje sobre un centro o refugio donde dejarlo.