
Iniciado por
Versta2
Por poner un poco el contrapunto en esta discusión, a mí Prometheus nunca me ha convencido. No es el ya manido guión lo que me falla, sino el argumento de la película. Y la verdad, a mí los "supuestos errores" conceptuales o de guión me la traen al pairo. Me da igual el tema de la cobra, si los científicos no se comportan como deben, etc. A mí es que realmente la historia no me llena, no me gusta lo que me están contando. Me parece la típica película que promete mucho (vaya con el juego de palabras) y luego se queda en poco más que un ejercicio de persecución y supervivencia. Pido disculpas, esa es la sensación que se me quedó en el cine. Las dos primeras Aliens me lo supieron vender muy bien, pero ésta no, quizás porque inicialmente parte de unas premisas argumentales que luego no cumple, no sacian las/mis expectativas. Tengo la sensación que se queda en mitad de la nada. Preguntas y más preguntas, una historia a medio contar. Es ya una manía personal, pero esas películas que están más pendientes de las interpretaciones e imaginación personales, o que están ya pensando en futuras secuelas me cansan ya sobremanera. Uno tiene una edad, y ya ha pasado por diversas fases cinéfilas donde tiene diversos gustos al nivel de cómo quiere que le cuenten las cosas: por ejemplo, todo mascadito, rienda suelta a la imaginación e interpretación del espectador, abusos de metáforas, alegorías y, en general, analogías, vueltas de campana en el orden narrativo, etc. Cuando eres joven te gusta que te reten intelectualmente, luego, puedes cambiar y verlo diferente, o no. Por ejemplo, yo ahora apenas aprecio las complejidades y vueltas de tuerca gratuitas. Admiro mucho más la "dificultad" de las cosas aparentemente sencillas, que todo fluya, que haya naturalidad en los guiones, montajes y desarrollos. Siempre vuelvo la mirada a John Ford, Wilder, Capra, Mann... Nada que ver, por supuesto, con esa manía de la sobre-explicación en la que cae muchas veces un Nolan de la vida.
En definitiva, que pese a un despliegue técnico de escándalo y un "savoir faire" magistral de Scott, la historia de Prometheus no me llega, no me convence. Y contra esa sensación...es muy difícil luchar. Más allá de "estériles" discusiones sobre cómo se deben comportar unos científicos ante un descubrimiento vital para la humanidad. Todo eso...puede justificarse en mayor o menor medida. Ya sabemos...de sofismos está lleno el mundo.