Mientras la tecnología LCD-LED se estruja las meninges para conseguir colores y gradaciones naturales (no desfallezcáis, seguro que un año de estos lo conseguirán) la tecnología Plasma evoluciona ciñéndose a evitar problemas inherentes como quemados y consumo excesivo.

Eso quiere decir que, ganada por goleada la batalla de la calidad de imagen, sólo queda ganar la batalla de la seguridad activa y pasiva.
Se han dado buenos pasos en este sentido, pero no conviene lanzar los gorros al aire.

Mientras tanto, y esto sí que es grave, pierden la guerra comercial...

Saludos.