Final Fantasy y Squaresoft murieron el día en el que la compañía fracasó estrepitosamente en taquilla con la (interesante y menospreciada) película de Final Fantasy y tuvieron que hacer lo que fuera con tal de no desaparecer. Ahora tan solo es otra compañía japonesa arrastrándose por el fango como tantas otras que conocieron tiempos pasados más gloriosos. La magia se desvaneció y por desgracia me temo que nunca volverá.