Buenos días,
Revivo este hilo con la intención de realizar un ejercicio de sinceridad con todos vosotros. Comenzar diciendo, que sí, y que no me importa admitirlo: He sido "el último de nosotros". El último en decidirse en contra de sus prejuicios, y seguramente el último en haber terminado este juego. Y no me es que me moleste llegar en esa posición, nunca me han importado ni las etiquetas ni los puestos de llegada o salida. Siempre me he conformado con llegar a donde pretendía. Ya sabéis: “Un mago nunca llega tarde, ni pronto; llega exactamente cuándo se lo propone”.
Y las ironías de la vida, con este juego he llegado más tarde que todos vosotros, he llegado sin ninguna expectativa creada, y sin embargo he conseguido alcanzar algo que no pretendía. He conseguido, o para ser justos, The Last Of Us ha conseguido que tenga que replantearme a mis años, varios de mis más arraigados prejuicios y juicios sobre los videojuegos.
He comenzado esta intervención diciendo que iba a ser sincero, y aunque siempre creo que lo soy, esta es una de esas ocasiones donde hay que decir en público que me he equivocado.
Y me he equivocado en todo con este juego. En primer lugar me he equivocado al prejuzgarlo por la plataforma donde corría, ya que la daba por desahuciada desde hace años. En segundo lugar por un argumento a priori trillado en multitud de obras literarias y cinematográficas. En tercer lugar en juzgarlo de manera bastante vehemente por un video donde se mostraban escenas ingame del juego en cuestión. Que recordareis que aquello me costó algún enfrentamiento desafortunado por mi parte. En definitiva, creo que jamás me he equivocado tanto con un videojuego.
Por todo lo que he comentado anteriormente, debo deciros que he aprendido la lección. Que me he reconciliado con el mundo de la consola (me he comprado 3 juegos de PS3 en estas semanas). Que prejuzgar un videojuego basándome en 3 conceptos que ahora me parecen pobres es un error categórico. Y que sobre todo, que esta generación pasada o presente, no solo ha sido del PC, como yo siempre he pensado. Porque una obra maestra indiscutible no entiende de plataformas, de gráficos, ni de diagonales de pantalla, ni mucho menos de pads o de ratones. Una obra maestra solo se la puede definir como arte. Y en mi opinión, y después de haber vivido y sentido The Last Of Us, no me sonroja admitir que es para mí una de las obras de arte del videojuego de todos los tiempos. Una experiencia única e imperecedera que ningún amante de los videojuegos debería perderse. Ya que posiblemente se estaría perdiendo de un plumazo uno de los mejores juegos de la historia.
Siento el tocho y muy agradecido a quien lo haya leído.
Un cordial saludo de un jugón en busca de la redención.