Paul Rustchynsky, director de diseño de
DriveClub, ha asegurado que el juego de lanzamiento de PlayStation 4 no será un simulador absoluto, sino que está a medio camino entre la simulación y el arcade.
Asegura que
la base es el realismo, que los coches pesan y se agarran a la carretera, pero que quieren asegurarse de que es fácil coger las curvas, ya que la idea es que sea divertido.
Rustchynsky afirma que quieren conseguir que
los usuarios puedan divertirse desde que cogen el mando, aunque añadiendo la profundidad suficiente para que los que la deseen puedan encontrarla, exprimiendo los vehículos y circuitos.
También afirma que
no quieren ofrecer demasiadas ayudas en el control, para evitar que la consola maneje más el vehículo que el propio jugador.
Para encontrar el equilibrio, Rustchynsky destaca que están trabajando con conductores profesionales, con las marcas fabricantes, etcétera, con el objetivo de que el jugador sienta "
lo que hace el coche mientras mantiene el control absoluto".