Bueno, pues acabo de terminar The Last Guardian.
Piel de gallina. Uno de los juegos más emotivos, sensibles y melancólicos de la historia de los videojuegos. La mejor recreación de una bestia, la relación más realista y sincera entre un niño y un monstruo que se haya visto nunca en un videojuego.
Que este juego haya vendido tan poco demuestra el patético nivel de los jugadores de videojuegos. No somos dignos de que un genio como Fumito Ueda esté trabajando en esta industria. Mejor que se pase a la animación, el cine o el manga, se le valorará más y no sufrirá tanto.
Aquí, fuera de Nintendo solo triunfas si pegas tiros y asesinas gente. No merece la pena, Ueda...