Me refiero a la parte en la empiezas con Nate en el desván de su casa. Cada vez que cogía un
souvenir perteneciente a algunas de sus anteriores aventuras, casi se me escapa una lágrima, sobre todo al ver la fotografía de Nate con Tenzin...

Por supuesto me he pegado un buen vicio con la pistola de bolas...
Luego me he puesto a recorrer su casa, con calma... Espectacular, todo recreado con una atención al detalle que roza lo enfermizo.
Nos enteramos que Nate está felizmente casado con Elena, quien lo iba a decir... Una Elena por la que no pasan los años, y luce más hermosa que nunca. Los modelados de los personajes son soberbios, las animaciones, los gestos, cada detalle... es todo tan real como la vida misma. Acompañado una vez más por un doblaje de lujo, y es que, aunque soy de los que prefieren escuchar todo en VO, me acostumbré a las voces en castellano y ya me es difícil cambiar... Roberto Encinas es Nate. Punto.
El detalle de la PS1 con el Crash Bandicoot ha sido todo un regalazo para los fans...

Por cierto, no he conseguido batir el récord de Elena...
Aquí hay un detallito que me ha dejado con la boca abierta. Cuando encienden la consola y la cámara muestra la imagen en la TV que tienen en el salón, si os fijáis, se puede observar la típica suciedad incrustada que solemos tener todos en nuestras pantallas... Impresionante, hasta esos detalles cuidan...