¿Por? Detestar una película desde el criterio propio es más que lícito. Detestar TODAS las propuestas de un director ad hominem es un prejuicio censurable. Detestar per se a las personas que las ejecutan, por presumibles ofensas tipo "am biolado minfansia", personas a las que a más inri siquiera se conoce más allá de declaraciones mediáticas de raíz corporativista o apuntes descontextualizados desde Tweets o mentideros de todo pelaje es bastante desproporcionado bordeando lo absurdo. Dicho lo cual, tanto TFA como TLJ se ME antojan dos gilipolleces siderales, a cada cual más disparatada y con pésimo encaje en la franquicia. Pero ese es mi análisis personalísimo y subjetivísimo, claro. Al manbaby liar y al judío hacendado que les vaya bien en su vida, carrera y milagros, por supuesto.