Yo estaba trabajando. Recuerdo perfectamente aquel ambiente que se formó en la oficina, en la que todos, pese a ser algo que estaba pasando en la otra punta del planeta, estábamos afectados. No nos lo podíamos creer. Veíamos como poco a poco iban pasando las cosas. Un avión, luego otro, luego cae una torre, luego otra, el pentágono, el avión derribado en Pensilvania...
Horrible, atroz, alucinante. Vivir en directo un acontecimiento de este calibre, casi el fin de una era o lo que para nosotros era sin duda el principio de la tercera guerra mundial es algo que no olvidaré fácilmente.
Quizá me afectó más que al resto porque de siempre amé Nueva York y porque uno de mis pequeños sueños era conocer las torres gemelas. Ese día, alguien (no tengo claro quién), me quitó la posibilidad de cumplirlo.
Desde entonces me he vuelto adicto a todo tipo de teorías de conspiración sobre la autoría del atentado, porque muchas de ellas me encajan más que la versión oficial.
Hallowed con ese avatar no me extraña.
- “A veces me gustaría no haberte conocido nunca. Porque entonces podría dormir por las noches, sin saber que hay una persona como tú, allá fuera” El Indomable Will Hunting