Lamentablemente es hacia nos donde dirigimos. No es más que un fiel reflejo de lo que ocurre a diario en empresas de diversos sectores a lo largo y ancho del territorio nacional. Las salas comerciales tuvieron su burbuja (al igual que la construcción de viviendas), abrazaron la cara agradable del capitalismo mientras estábamos en "La Champions League de la economía mundial" y ahora ha llegado el momento, como a todo hijo de vecino, de sufrir la otra cara de dicho sistema económico.