Vamos a ver, mi amigo Jacobo, al que llamábamos "el truchi", nació un 29 de febrero.

A los dieciséis años ya fumaba porros y, después de ser pijo en la época del instituto, cuando entramos en la universidad se volvió punky del todo. Los padres, que eran de derechas, pues figúrate qué disgusto cuando se tatuó en el culo el escudo de la CNT. Total, que cuando acabó bellas artes se lió con un pavo mayor que él que tenía una galería de arte y los padres le mandaron a tomar por culo. Jacobo, que no era tonto, les dijo que si querían verle desaparecer le pagaran un curso en Amsterdam. Al final vive de okupa allí en Holanda, está liado con una tía holandesa casada y a veces se lo monta con ella y con su marido. La pasta que le mandan los padres se la fuma entera, literalmente hablando. En resumen, el colega vive de puta madre, pero está pasadísimo.

Yo no sé, claro está, si este perfil es extrapolable a toda la gente que nace el 29 de febrero.