Recuerdo que mi madre no me dejó ver Un hombre lobo americano en Londres.
Finalmente esa peli se convirtió en una obsesión para mí, y la vi más veces de lo que la hubiese visto.
Recuerdo que mi madre no me dejó ver Un hombre lobo americano en Londres.
Finalmente esa peli se convirtió en una obsesión para mí, y la vi más veces de lo que la hubiese visto.
Todos somos Gollums de la vida.