Mi favorita es "Cuatro moscas sobre terciopelo gris", con Bud Spencer haciendo de Dios, un vagabundo que ayudaba al prota. Creo que en esta era donde también salía el detective homosexual que nunca había resuelto un caso en toda su carrera y que convencía al protagonista de que lo contratase con el brillante argumento de que "por estadística me toca resolver el suyo".

Nunca el inmenso talento de Argento como guionista para la comedia brilló tan alto. De hecho siempre he sospechado que casi todas sus pelis son, en el fondo, comedias.