Trine Dyrholm deslumbra con su interpretación en el audaz y exuberante drama de May el-Toukhy, que se proyecta en Róterdam y Sundance.
Una mujer pone en peligro tanto su carrera como su familia cuando seduce a su hijastro y se ve obligada a tomar una decisión irreversible con consecuencias fatales.
Queen of Hearts , un drama con temática sexual y muchísimo glamur de May el-Toukhy, es el tipo de cinta que ya nadie se atreve a hacer desde el último trabajo de Adrian Lyne, Infiel, y podría haber sido fácilmente otro placer culpable, con emociones a flor de piel y lujosos interiores de diseño nórdico. Pero no lo ha sido, y podemos atribuirle el mérito a una persona: la maestra de la interpretación Trine Dyrholm, que se ha convertido en el tipo de actriz sin miedo que eleva cualquier material con su sola presencia. Proyectada en Sundance y acto seguido en la Competición Big Screen del Festival Internacional de Cine de Róterdam, Queen of Hearts no es una excepción, e incluso podría figurar entre sus mejores interpretaciones hasta la fecha.
Resulta difícil creer lo lograda que está su interpretación de Anne, una abogada de éxito, felizmente casada y con el tipo de casa y familia perfecta que solo se ven en Dinamarca, y que comienza una aventura con un menor, Gustav (Gustav Lindh), el angustiado hijo de su marido (Magnus Krepper). El-Toukhy no parece en absoluto interesado en los motivos que la impulsan a ello, esbozando únicamente la creciente frustración de Anne con un trabajo con mucha responsabilidad y sus encuentros diarios con chicos que reciben palizas y víctimas de violaciones, a los que nadie cree. Ella puede ser impetuosa, como ejemplifica claramente su enfrentamiento con un depredador sexual después de que este se ría al oír el veredicto de "no culpable". Pero no saber exactamente qué motiva a esta mujer, una persona que a todas luces sabe que no debe hacer algo así, es parte de la diversión.
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