Puede ser suerte o que no des importancia a ciertos detalles (que yo tampoco se la doy a la mayoría de ellos). En los discos de música es en lo que soy más permisivo. En cuanto lo compro, lo vuelco al ordenador y de cabeza al trastero para el resto de sus días. Si el volcado ha sido correcto, el contenido está bien. El resto me da un poco igual.