La película en general es bastante dura, tanto en su temática como en personajes.
Es difícil llegar a empatizar con la mayoría de ellos y tampoco lo pretende el director
con un tono seco, real, sucio y violento, aunque cargado de simbolismo.
El plano final es un ejemplo más de ello.
Por otro lado, en mi opinión, los actores que hacen de hijos están geniales y logran
actuaciones dignas de elogio. Sin ir más lejos, al terminar la película todos los que fuimos
comentamos el papel del hijo joven del narco (sin entrar en detalles por si acaso). Lo de Luis
Tosar es de otro mundo la verdad.