Tema: La cocina (Alonso Ruizpalacios, 2024)

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Es la hora punta del almuerzo en The Grill, una trampa para turistas de Nueva York que atiende a miles de clientes un viernes normal como hoy. Ha desaparecido dinero de la caja y todos los trabajadores están siendo interrogados. La mayoría de ellos son inmigrantes ilegales y luchan por defender su trabajo.





Solo en cines 8 de noviembre.

Qué buena película, y menuda sorpresa.

El film recorre la mayor parte de un día en un restaurante de Times Square, narrando la entrada, las nuevas trabajadoras, preparación de la comida, el servicio, los descansos, los problemas y vicisitudes entre todos los trabajadores; pero de una forma tan detallada como efervescente.

En cierto modo, me ha recordado a "Ensayo de orquesta", de Fellini; al mismo tiempo que se cuenta la historia del personaje de Rooney Mara como la chica americana -no lejos de representar a una mujer white trash- y un cocinero mexicano, que ni siquiera son protagonistas absolutos del film, sino que se diluyen acertadamente en una marabunta de hechos, prisas, conversaciones, detalles, miedos y gritos de un equipo numeroso, estresado, y muy humano.

La primera mitad del film es brillante, cine del bueno.

La segunda mitad tiene que calmarse por necesidad, y ahí aprovecha para acenturar ciertos aspectos de la inmigración, lo que supone en las vidas de los afectados, y la verdadera -o poca- humanidad que hay en medio.

Para acabar abocando a un final que me sorprendió y me gustó igualmente.

Me ha parecido una de las mejores películas de este año, y no estoy en absoluto de acuerdo con esa mitad de críticas negativas, o no positivas, que siguiendo la tendencia habitual de crucificar películas editadas con mucho ritmo, han sido capaces de despreciarla en base a tópicos que nos dicen -e intentan repetirnos machaconamente- que un film con mucho ritmo, gritos, y cierto barroquismo formal -a pesar de ser en blanco y negro, y hasta cierto punto realista- es malo porque-sí. Como si eso fuese necesariamente malo, y sólo hubiese sitio para el minimalismo.

Sí es cierto que en la segunda mitad llega a mostrar cierto didactismo que la lastra un poco, pero curiosamente lo hace a través de la exposición, no del adocenamiento. Cuando si no fuese por eso la película estaría ya a un nivel muy serio.

En mi caso, fui a verla a ciegas, sin haber leído nada previamente, y he alucinado leyendo algunas críticas a posteriori. Trufadas -que dirían algunos- de topicazos, no desde el lado del film, sino desde el lado del crítico; intentando ser ellos los que adocenan o practican el didactismo.

Sin embargo, dura dos horas y veinte, y apenas te da margen parar mirar el reloj, quizá sólo en ese cambio de ritmo. Y los recursos que muestra el director, tanto a nivel narrativo como de puesta en escena, no están al alcance de cualquiera.

Me pareció muy buena.