Coño pues la premisa no es más que una visión exagerada de los tiempos que corren, una hipérbole. El WoW, las redes sociales,... No es descabellado pensar que todo ello acabe confluyendo en algo tan grande como Oasis, la verdad.
La deliciosa tarta que nos preparó Spielberg contiene en una de sus capas el amargo, solitario y terrorífico futuro que estamos perfilando.