No tengo mucho interés por el libro y desconozco hasta qué punto comparte premisa y tesis con la peli, pero, desde luego, la peli da para escribir ríos de tinta a poco que la usemos como reflejo de los tiempos y de los alarmantes cambios de paradigma: si en 1999 los Wachowski escribieron y rodaron (y el público aplaudió) una compleja moraleja mitológica en la que los humanos luchaban por despertar y escapar de una realidad virtual en la que eran literalmente consumidos como baterías, hoy, menos de 20 años después, Spielberg rueda esta jubilosa y apologética celebración de los que quieren seguir ahí dentro conscientes de vivir una mentira, sin que nadie los despierte y les haga ver la mierda de realidad en la que viven de verdad mientras el poder del capitalismo los atonta y los exprime, esclavos voluntarios que han renunciado a cualquier atisbo de dignidad y libertad por una partida eterna de realidad virtual.
Y, al final,Spoiler:
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