Pues sí, pero ya paso de que esta compañía del país feliz de la casa de gominola de la calle de la piruleta me siga tomando el pelo. Ahora perderé dinero, pero lo que me voy a ahorrar no volviéndoles a comprar jamás nada es incalculable.
Mira que ya compré la 3DS bastante reticente temiendo que Nintendo y yo volviéramos a tener un desencuentro, pues me está bien, zas en toda la boca. Pero Nunca Máis, de esta ya he aprendido.