La película la empezó a rodar ni más ni menos que Jordan Cronenweth, autor de la fotografía de Blade Runner, cuya imaginería es una influencia capital en el cine de Fincher. Pero Cronenweth ya padecía Parkinson por aquella época -murio tres o cuatro años después- y su ritmo de rodaje era lento, por lo que la Fox decidió sustituirlo por otro antiguo colaborador de Ridley Scott como el británico Alex Thomson [BSC] (Legend), que en aquella época hizo bastantes incursiones en el cine de acción de alto presupuesto como Máximo Riesgo, Demolition Man o Decisión Crítica.la foto de A Thomson
Alien 3 es la única de las tres secuelas cuya fotografía aguanta mínimamente la comparación con la del primer film, especialmente con esos inquietantes contrapicados que muestran las cabezas de los personajes y el techo como fondo. El nuevo comienzo también es espectacular a nivel visual, aunque coincido en que la película se va desinchando poco a poco y va perdiendo interés especialmente después de la muerte del personaje más interesante. También coincido en el patetismo del Alien de esta película -sólo superado por la secuencia acuática de Alien Resurrección- que junto con los efectos de Air Force One (1997) hace entender por qué Boss Film Studio, la empresa de Richard Edlund, tuvo que cerrar sus puertas a finales de los 90.
Saludos.